Probablemente sea nuestro médico de cabecera el que nos derive a un médico endocrino al ver alguna alteración en las analíticas rutinarias, como por ejemplo colesterol, triglicéridos o azúcar elevados.
O bien si tienes alguno de los siguientes síntomas:
- Pérdida o subida de peso brusca
- Sudoración excesiva
- Dolores de cabeza y migrañas
- Sensación de hinchazón
- Aparición de vello abundante
- Cansancio y agotamiento excesivo
- Taquicardias o arritmias
- Sensación de tener sed constantemente
- Aumento del tamaño de la tiroides